-¿Qué buscas, buen hombre?- le preguntó.
-Estoy buscando agua pura- respondió él en el colmo de su paciencia.
En un tono de voz no exento de reproche, ella dijo:
-No encontrarás nada más puro que el sudor de una mujer.
"Ecos de Egipto". Naguib Mahfuz.